por Jonathan Quantip

22 feb 2013

Por la Troncal 10...

La Troncal 10 es quizás la carretera mas vistosa de Venezuela, y seguramente una de las mas increíbles del mundo entero

Y es que en ninguna otra parte del planeta se encuentra una vía con semejante vista... La vegetación típica de la Gran Sabana junto a los tepuyes de fondo hacen que cada metro recorrido sea especial.

Después de nuestra travesía hacia Salto Ka y Millenium teníamos aun unos cuantos días libres que podíamos disfrutar en La Sabana. Habíamos culminado favorablemente una ruta con un nivel de dificultad importante y necesitábamos relajarnos para recuperar energías. 



Inmediatamente que salimos de la ruta de Millenium, al darnos cuenta de lo temprano que era nos dirigimos a la Línea, el primer pueblo que se encuentra al cruzar la Frontera, justo al final de la Troncal 10. Famoso por sus churrasquerías, la meca para los que disfrutan de una buena carne asada y un poco mas.




Al dia siguiente Canoa regreso a Caracas, nosotros decidimos visitar algunos de nuestros sitios favoritos del parque. El primero fue la Puerta del Cielo. Un lugar que vale la pena conocer. Cabe destacar que la alcaldía construyo una carretera hasta la zona de camping, en la parte alta del Salto Agua Fría. A mi modo de ver, la solución definitiva al problema de la deforestación. Construyendo una carretera principal bien patroleada y delimitada se evita que los vehículos transiten por trillas equivocadas que lleven a un mismo punto. Ojala se tomaran estas medidas en sitios como Toron y Toroncito, que han sido de los puntos mas afectados.

La primera parada es el Salto Agua Fría. Escondido entre la vegetación y a muy baja temperatura pero con una claridad que invita a zambullirse.  Luego se debe recorrer río abajo a través de una laja enorme de jaspe que conduce hasta la parte alta del salto Puerta del Cielo, una poza con una vista que quita el aliento.  




Otro sitio que visitamos fue Uripa. Una zona de gran belleza con quizás la poza mas bonita que he visto en todo el parque, el Salto Ratón. Con aguas azules cristalinas, jacuzzis naturales y pequeñas cascadas. Muy relajante. Constantemente vigilado por los tepuyes Uli, Tramen y Karaurin, que al reflejarse sobre las calmas aguas que anteceden el salto producen un espectác**o sin igual.



Quisimos estar mas en Uripa y el espectacular Salto Ratón, pero los Puri puris no lo permitieron. A medida que iba cayendo la noche se acentuaban los escuadrones de puri puris buscando alimento. Perdimos la batalla y huimos a un salto que ya conocíamos pero que siempre disfrutamos mucho. El Salto Sakaika

Una potente brisa nos recibió en el Sakaika, lo cual nos aseguro que no iba a haber insecto que nos molestara en las dos noches que pasaríamos ahí... Disfrutamos del Sakaika al máximo. Estaba ahí solo para nosotros




La naturaleza se impone en los alrededores, asi como suele hacerlo en toda la Gran Sabana. Nos percatamos de una familia de aves que vive justo debajo del salto, en un risco de mas de 20 metros de altura. Estuvimos maravillados viendo como necesariamente vencian la fuerza del agua en su caida para poder llegar al nido



también llegaron a saludarnos estas pequeñas, mimetizadas entre las rocas

Quizás lo mejor del Sakaika es que se puede disfrutar de esa gran caída en su parte inferior. Una poza enorme y de gran profundidad que puede ser cruzada a nado para luego bañarse en plena base del salto. 



Pequeñas gotas de agua salen expelidas al cielo, creando interesantes patrones que jamas se repiten



Este extraño insecto se dejo ver en la parte baja del salto



Los gavilanes son una constante en el lugar



El paisaje alrededor del Salto Sakaika es arrollador



Quisimos aventurarnos a explorar río abajo. Un tenue sendero insinuaba que algo había mas allá. Entre rocas, mucha vegetación y a través del río fuimos avanzando. En un punto, que denominamos "el paso de los caimanes" tuvimos que nadar para atravesar el río profundo y oscuro. Afortunadamente los caimanes estaban solo en nuestra imaginación 



Por fin, encontramos el motivo de ese sendero tenue que a ratos se perdía entre la maleza. Un salto de gran belleza e importantes dimensiones que disfrutamos a plenitud



De regreso no pudimos evitar disfrutar de nuevo del pozo en la base del Sakaika



Todas las tardes cientos de golondrinas, aprovechando las corrientes ascendentes producidas por la pared del salto, realizan una hipnótica danza. 




Siempre cuesta volver a casa. La Gran Sabana produce una suerte de embrujo que te hace retroceder. Esta oportunidad no fue la excepción. Pero al momento en el que fue inevitable partir, La Gran Sabana nos despidió con el mejor de los paisajes, uno de sus tantos trucos para no dejarte ir



15 dias, mas de 3400 kilómetros recorridos, muchísimas historias que contar... La Gran Sabana es un privilegio que podemos disfrutar los venezolanos


Visitala, pero hazlo con conciencia ecologica. Es nuestro deber cuidarla y mantenerla para generaciones futuras




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