por Jonathan Quantip

20 feb 2013

De Quiripital a Carmen de Cura, por las entrañas de Guatopo - 2011


Guatopo sin duda se ha convertido en uno de nuestros destinos favoritos. Es una combinación perfecta de todo lo que puede atraer a un buen Jeepero. Barro, subidas de piedra, vadeos, paisajes que quitan el aliento, ríos muy agradables para refrescar el alma y el cuerpo y una fuerte dosis de naturaleza y soledad. Guatopo siempre esta y estará entre los destinos a considerar cuando buscamos hacer una ruta de fin de semana


Sin apuros, decidimos salir la mañana del sábado, ya que es una ruta relativamente cercana. La primera sorpresa fue uno de los aguaceros mas inclementes que ha caído en lo que va de año. El hecho de saber que debíamos vadear una gran cantidad de ríos encendió las alarmas y nos hizo pensar en abortar el plan. Pero la ganas de escapar de la ciudad eran mas fuertes que cualquier otra cosa. Decidimos llegar a la ruta y evaluar las condiciones en el lugar. Era obvio que con un diluvio similar al que caía en Caracas iba a ser imposible completar el recorrido. La lluvia continuo prácticamente a lo largo de todo el camino. 

Afortunadamente llegando al inicio de la ruta se convirtió en llovizna y no parecía ser tan significativa como para impedirnos continuar. 




Nos alegramos al llegar al termino de la vía asfaltada, en Quiripital, pero mas aun nos alegramos cuando llegamos a lo que consideramos como el verdadero inicio del trayecto. El "Vaca Cine". Una antena que asemeja una valla, o también una pantalla de cine... solo para vacas 


Luego de un par de horas rodando nos encontramos la primera verdadera dificultad. La subida de piedra conocida como "La Laja". Una roca lisa por la cual desciende el agua, poniéndole picante a la situación. A pesar de la preparación de nuestros vehículos, "La Laja" nos brindo una dificultad significativa. Por seguridad y por administrar nuestros Jeeps Leo y yo tuvimos que usar nuestros winches en sendas ocasiones. El Smashing Pumpkin de Canoa subió por sus propios medios, pero no fue fácil. Prueba de que la subida de verdad verdad se las traía




   Mas tarde arribamos a uno de nuestros puntos favoritos de la trilla. Una carretera tallada en la parte mas alta de la montaña, rodeada de infinitas lomas verdes. Un onírico paisaje imposible de dejar de fotografiar


Es el punto donde se te pierde la mirada con tanta montaña, tanto verde...


Se acercaba la puesta de sol, nos apuramos a buscar un lugar ideal para el campamento. Por experiencias anteriores sabemos que es importante en esta zona buscar un lugar alto y seco. Conseguimos un lugar apropiado y armamos el campamento con un paisaje apocalíptico de fondo

Reventó la mañana! Día soleado que nos arropa. Agradecimos como nunca ese dia de sol, luego de haber llevado agua todo el día anterior. El cielo estaba tan azul que luego de desayunar, Leo y yo nos decidimos quitarle la lona a nuestros Jeeps


Comenzaron los vadeos. Los primeros son unos riachuelos  entre las montañas. Poco a poco los ríos van haciéndose mas grandes. Nos paramos en el primero que se veía apropiado para bañarnos. Llevábamos bastante tiempo ya rodando bajo el sol inclemente y zambullirnos en el río era una necesidad.


Al continuar el recorrido comenzamos a encontrar cada vez mas barro, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados Guatopo. Pero la sorpresa mas grande fue la que vino después

Nuevamente de la nada se desato un inclemente aguacero. Leo y yo rompimos el record guiness colocando techos de lona en Jeeps. Ya habíamos llegado a la zona de los vadeos y si estaba lloviendo tan fuerte, era mas que seguro que también estuviese lloviendo en las cabeceras de los ríos y estos aumentaran de nivel. No hay nada mas peligroso que estar en el cauce de un río cuando este decide crecer. Nuestros Jeeps de mil y tantos kilos se convertirían en simples insectos arrasados por el agua si esto llegara a suceder y no hay fuerza humana posible de impedirlo. Decidimos regresar para preguntarle a los únicos seres humanos que habíamos visto desde el día anterior, habitantes de la zona, como pensaban que iba a ser el comportamiento de los cuerpos de agua luego de tanta lluvia.

Fue una jugada afortunada. Nos indicaron exactamente donde estaban las cabeceras y en el momento en el que vimos que el cielo se había despejado hacia esa zona, emprendimos nuevamente el recorrido. 


Además nos dijeron que la trilla estaba bloqueada y que teníamos que bordearla a través del río. Al llegar al obstáculo fue necesario despejar el paso de unos troncos que lo obstruían. Créanme que con esas condiciones no estábamos nada tranquilos estando tanto tiempo en el cauce.

Despejado el paso, vadeamos sin problemas y retomamos la ruta, la cual se torno bastante mas "divertida" con la lluvia

De ahí en adelante continuamos sin mayores dificultades. Los ríos cada vez mas amplios, pero con un nivel apropiado para cruzarlos con nuestras maquinas. También encontramos un gran árbol caído, que afortunadamente ya había sido seccionado para poder cruzarlo. Otra hubiese sido la historia de haberlo encontrado intacto, puesto que no teníamos equipo para cortarlo



Llegando al destino, el paisaje se torna mas llanero... 



La puesta de sol espero hasta que pudiésemos tomar la emblemática foto en las ruinas de la Iglesia de Carmen de Cura. No deja de sorprenderme la escasa, por no decir nula información, que tienen los habitantes de ese poblado respecto a su iglesia. Solo alcanzan a decir que data de los tiempos de la colonia. La verdad es un pedazo de historia que yace ahí, impávida ante el paso del tiempo. Cuantas historias, matrimonios, bautizos y demás habrán ocurrido desde que fue construida por algún español, y ahora permanece ahí, sin memoria, desapercibida.



Guatopo es un lugar mágico, inmenso, lleno de eso que cada vez nos hace mas falta, naturaleza, vida!

Es un privilegio que podamos contar con un parque nacional con esas características tan cercano a la capital


Por eso, si lo visitas, CONSERVALO! no botes basura, NO CONDUZCAS FUERA DE LA TRILLA

La naturaleza te recompensara...





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