Entrevista a Alí Piñango

Hace bastante tiempo ya le realice una entrevista a este icónico personaje del 4x4 venezolano, una persona que le ha dedicado su vida entera a un deporte, a una afición, hasta el punto de que su familia en pleno disfruta, comparte y compite en la disciplina

Es Alí Piñango, un orgullo para todos aquellos que poseemos un Jeep y somos fanáticos de la marca y el estilo de vida que representa.

Les pido que se tomen un tiempo para leer estas líneas que no tienen desperdicio alguno.

....................................................................................

Ali Piñango. 55 años, escultor, tres hijas y un nieto. Podría ser la vida de cualquier persona sedentaria, en plena jubilación, que pasa los domingos hojeando encartes de periódicos.

Nada más alejado de la realidad. Saltos de dos metros de altura, olas de barro de gran tamaño, gasolina y adrenalina a borbotones es el paisaje habitual en cada uno de los fines de semana de Ali, o “Caballo Viejo” como también se le conoce en el medio. Desde hace más de 18 años difícilmente se ha visto competidor mas aguerrido en los llamados Piques Fangueros en Venezuela.

Esta es la historia de este carismático Jeepero legendario.

Por: Jonathan Quan-tip.





¿Cómo comenzó todo, desde hace cuanto tu afición por los Jeeps?

Desde muy pequeño siempre me gustaron los Jeeps, recuerdo que tenía uno de juguete color verde que tenía hasta caucho de repuesto y lo llevaba para todos lados. Recuerdo que quería cambiarle los cauchos pero los rines eran fijos… hasta el día en que me di cuenta que podía sacar solo la rueda y por fin logre cambiarle los cauchos. Yo montaba bicicleta de cross, estamos hablando de cuando tenía aproximadamente 13 o 14 años. Me la pasaba haciendo malabares con la bicicleta, me montaba en el volante, manejaba de espaldas, daba vueltas y todo tipo de morisquetas. Poco a poco fui dejando ese deporte porque sentía que no iba para ningún lado.

En el año 1974 me compre mi primer Jeep –y primer vehiculo-, un CJ 5 vidrio partido a la mitad. Con él, recorrí diversas partes de Venezuela en compañía de mis amigos. Todos me decían cosas como que yo “le daba muy duro al Jeep”, que “le diera mas suave cuando estuviese pasando por el agua”, que eso era muy peligroso. Y yo les comentaba que entre mis sueños estaba competir con el Jeep.

Y ¿como empezaste a participar en los Piques Fangueros?

Un día me comentaron que unos locos estaban haciendo unos piques en La Limonera, en Baruta. Yo ni siquiera sabia que quería decir eso de “los piques” pero igual me llamó la atención. De esa forma fue que conocí a Walter Giussepe y a Juan Farol, pioneros de lo Piques Fangueros en el país. Estamos hablando de finales de los 80, así nacieron los Piques en Venezuela.
De ahí creció el fanatismo y a la vez crecieron las ganas. Comenzamos a viajar por todo el país. Primero vino Barquisimeto. Recuerdo que me fui con mi esposa y mis tres hijas y hasta tuvimos que dormir en un hangar. A veces llegábamos a los Piques y ni siquiera la pista estaba hecha, los organizadores esperaban a que yo llegara para que los asesorara en el diseño de la misma.

¿Luego de tu CJ5 vinieron más Jeeps?

¡Claro! Te cuento que yo compre mi primer CJ7 engañado, a mi me gustaba mucho mi CJ5 pero lo sentía un tanto pesado y con una suspensión muy dura. Unos compañeros me comentaron que el CJ 7 era más ligero y mucho más suave, pero el detalle es que también me dijeron que traía 5 velocidades! Me compre un CJ7 81, uno de los primeros que llegaron al país La primera vez que lo maneje me sorprendí porque en efecto lo sentía mas ligero, con una caja mas suave, una mejor suspensión, volante ajustable y hasta dirección hidráulica, pero por supuesto, ¡era de cuatro velocidades! Fue una gran diferencia manejar el CJ7, el CJ5 con su asiento largote y su caja de herramientas empotrada daba la impresión de que estabas conduciendo un Jeep agrícola. Pero sin duda ese es el mejor Jeep que he tenido, de hecho todavía existe, creo que lo tiene un muchacho de la Unión.. Luego, en el año 91 me compre otro CJ7 (y conserve el anterior) y mas adelante, mi consentida, una Pick Up J10 Honcho. Importada, dirección hidráulica y frenos de potencia, entre otros detalles, que la hicieron inmediatamente mi favorita. Tuve que vender un Citroen que tenia casi mi edad y estaba armando poco a poco para poder comprársela.

¿Como y cuando comienzas a modificar tu Jeep?

Fíjate, yo fui el primer campeón Nacional con un Jeep modificado. Transforme el Jeep buscando llegar más allá. Monte un 302 Ford Standard. ¿A que me refiero con esto? A pesar de que el motor era 8 cilindros estaba totalmente original, cámaras, levas, pistones, etc. En ese tiempo ya había competidores con árboles de leva centrifugados, cámaras rebajadas, etc., pero yo siempre tenía que equipararme a ellos disponiendo de escasos recursos. Utilizaba pistones de segunda mano, buscaba ofertas por ahí. Inclusive en una ocasión quise ponerle pistones planos al motor, como no tenia dinero suficiente para comprar unos importados, busque una alternativa. Mi esposa tenía un budare de esos que tienen la forma de la arepa. Al percatarme de que eran del mismo tamaño de un pistón, me tome la tarea de cortar cada una de las protuberancias del budare y de soldárselas a las cabezas de cada pistón para así darle más compresión. Funciono… por un tiempo.

De hecho actualmente el colector de aire de uno de mis Jeeps esta hecho con una olla de acero inoxidable que mi esposa me dio para que le reparara el mango. Cuando la vi, pulidita y resplandeciente, inmediatamente supe para qué la iba a usar. Le fabrique una base y ahí esta, junto a un snorkel casero hecho de PVC y manguera de aire acondicionado.

Después del 302 un amigo piquero llamado Julio puso en venta un 429 Ford. Yo ya había visto CJs con 454 y no quise perder la oportunidad. Con la ayuda de mis amigos “toqué” el motor hasta que logramos que diera 510 caballos de fuerza. Eso fue una nota para mí, cruzar la pista en 5 segundos… era como un soplido. Actualmente tengo un CJ7, el “Old Horse” o Caballo Viejo con motor de Cherokee 4.0 y transmisiones dana 44 en ambos extremos y mi otro CJ7, el “Steel Horse” o Caballo de Acero con el 429 y hasta hace poco con transmisiones originales, dana 30 delantera y dana 44 trasera, con ese combo ha despegado las ruedas del piso en varias ocasiones y jamás se ha roto una transmisión. Próximamente le voy a colocar transmisiones de Wagoneer para tener la trocha más amplia.


¿Por que el nombre “Caballo Viejo”?

Porque ¡viejo el caballo y viejo el piloto!


Aproximadamente ¿en cuantas competencias has participado?

En 18 años, mínimo 7 por año… ¿mas de 125?

¿Piensas que los Piques Fangueros en Venezuela han evolucionado o han retrocedido?
Mira, la afición ha crecido, los eventos se llenan sin importar el costo de la entrada. Pero el problema es que a veces se sale de control debido a la desmedida ingesta de alcohol. En todos los piques después de las 2, 2 y media de la tarde se caldean los ánimos. Eso es lo que hay que mejorar sin duda alguna. Todo por culpa de la bebida. Y en cuanto a “maquinas” desde que nació este deporte en el país no ha habido honestidad en las categorías. Muchos competidores meten “hierros” escondidos. Motores 12/1, 13/1, levas centrifugadas y cosas que cuestan mucho dinero traídas de afuera; mientras uno con las uñas, un motorcito original y pistones de segunda se trata de equiparar con ellos. En algunas competencias se chequean las maquinas y en otras no. Esto ha desequilibrado mucho la competición.


¿Que paso con aquellos pioneros que junto a ti comenzaron con los piques en Venezuela?

Todos se retiraron cuando se casaron y tuvieron hijos. El único que continuó fue Simón Abreu que terminó siendo campeón nacional dos veces consecutivas y ya se retiró.


¿Por qué Jeep?

Además de que, como te dije antes siempre me gustaron, los Jeeps eran más sencillos de trabajar, mas livianos, resistentes y al mismo tiempo conseguía los repuestos a muy bajo costo.


¿Qué le dices a la gente que piensa que los Jeeps son delicados y que no resisten tanto como otros vehiculos?

En Venezuela los campeones son los Jeeps. Todo el mundo sabe que hoy por hoy, sea el carro que sea, de la marca que sea, el Jeep es más liviano, más ágil y más capaz. Entre otras cosas por la flexibilidad de su chasis. Por ejemplo este domingo pasado en la competencia hubo una pista por donde no paso nadie. El único que paso fue un CJ7 con un motor 360. El publico aún lo esta aplaudiendo. Luís Ribas se llama el piloto.


¿Ford o Chevrolet?

Ford, por la resistencia de los componentes. He comprobado lo duraderos que son. El motor 302 me duro dos años y medio de piques. El 4l de Cherokee que uso actualmente me dura 5 o 6 piques.


¿Seis cilindros u ocho cilindros?

Nada se compara con pasar la pista en cinco segundos. ¡Ocho cilindros! Yo soy piloto de velocidad.


Es muy conocido tu apego por la bandera venezolana, háblanos al respecto.

Yo desde niño, de 8 añitos yo quería ser campeón, ganar competencias para dedicárselo a la Bandera. Yo considero que estoy enamorado de la bandera. Ella es mi madrina, es mi orgullo y todo lo que he hecho y hago actualmente es dedicado a la bandera. En todos los eventos a los que asisto me aseguro de que la bandera este presente. En ningún momento la abandono

¿Alguna anécdota que recuerdes especialmente?
¡Cuando vinieron los Big Foots a Venezuela! Recuerdo que el día del Show iba a realizarse también una suerte de competencia. Apenas llego al lugar del evento el organizador me pregunta: ¿Trajiste la tuya? Y yo le respondo: ¡por supuesto! Se refería a la bandera. El americano que ganó la competencia de los big foots completó el recorrido en 8,10 segundos. Cuando llegó mi turno de recorrer la pista, en la salida di un brinco de dos metros y medio con las cuatro ruedas en el aire. Mi Jeep cayó de cabeza y pegó el parachoques delantero del suelo, se enderezó porque Dios así lo quiso. Luego levantó las dos ruedas delanteras y quedé casi a 90 grados, cayó otra vez, lo aceleré y levantó las dos ruedas laterales al tomar una curva, al girar al lado contrario levantó las otras dos ruedas. Todo esto me lo contaron después porque yo ni me di cuenta. El público gritaba enloquecido y yo podía ver el resplandor de los flashes de las cámaras. Al dar el ultimo salto me salgo del Jeep, me quito el casco, me pongo mi sombrero y de la parte de adentro de la braga saque la bandera y comencé a ondeársela al publico. Todo esto ante más de siete mil quinientas personas. Y lo mejor de todo, mi tiempo: 8,10 segundos ¡el mismo tiempo que hizo el americano! Esa sin duda es la anécdota más bonita de mi vida


En otra ocasión vinieron unos competidores de Republica Dominicana. Al final del evento cuando ya me sabía ganador, salí del Jeep y gracias a un dispositivo tipo control remoto paseé el Jeep frente a las tribunas y lo puse a dar vueltas en la pista sin tripulante. El público se quedo loco porque segundos antes había visto pasar el Jeep conmigo conduciéndolo y ahora lo veían pasando solo frente a ellos.


¿Has ganado dinero haciendo esto?

Si he ganado, pero lo que he ganado es mínimo, apenas para comprar una batería, cambios de aceites, cuando mucho amortiguadores o algo así. Llegue a tener un patrocinante pero lamentablemente en estos momentos no hay ninguno.


¿Que le recomendarías a los jóvenes que quieran seguir tus pasos?

Que hablen conmigo. Yo haría lo mismo… Hablar con Ali Piñango.


¿Como te ves en el futuro?

Yo decía que iba a competir si acaso hasta los 50 años, ahora que tengo 55, pienso que me quedan 5 años de competencia. Pero lo que mas quisiera conseguir un patrocinante que aunque sea me ayude a trasladar el Jeep (para las competencias en lugares alejados, el Jeep debe ser transportado en grúa). Quizás que me costee un ayudante para labores sencillas como cambiar los cauchos. Es lo único que necesito para alcanzar mis metas.

Después de 18 años de competencias, ¿te consideras ganador?

¡Ay! Ganador activo… ¡cada día más! ¡Ahora me dicen que el tramposo soy yo! Me preguntan: ¿que le hiciste viejito? ¿le soldaste los budares otra vez? ¡Ábreme la maquina!

Ali Piñango además de ser piloto de 4x4 acaba de cumplir 40 años siendo la mano derecha del escultor Cornelio Zittman de origen Holandés. Todas y cada una de las piezas que salen de su taller, están valoradas en miles de dólares. Comenzó a trabajar siendo un adolescente para luego aprender y dominar el arte de la soldadura, moldeado y patinado en bronce, al punto de que el escultor no llega a tocar el metal. Le entrega un molde en arcilla con la obra a realizarse y Ali hace la escultura de principio a fin. Al preguntarle por el costo de las esculturas respondió: “con lo que cuesta una pequeñita podría estacionar un Hummer en mi garaje”. Hay esculturas firmadas por Zittman y hechas por Ali en el Museo de Bellas Artes, en la Galería de Arte Nacional, en el Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber (MACCSI), además de los Estados Unidos y diversas partes del planeta.